Fidel Martínez Roget, profesor titular de la Universidad de Santiago de Compostela y director del grupo de investigación Métodos Cuantitativos y Gestión de Empresas, lleva más de dos décadas vinculado a la docencia y a la gestión en gerontología, asumiendo recientemente la dirección de la Cátedra Cruz Roja Española para la mejora de la calidad de vida de las personas mayores. Nos sentamos a conversar con él para conocer cuáles son las principales líneas de trabajo de la Cátedra, como ha afectado la pandemia de la COVID-19 a su actividad y al colectivo de personas en los que está enfocada o qué retos asume la Cátedra en este particular inicio de curso.
Cuando alguien asume un nuevo cargo parece inevitable empezar preguntándole cómo ha recibido ese encargo y con qué ánimo lo afronta. En tu caso concreto Fidel, ¿cómo valoras esta iniciativa de Cruz Roja Española con la Universidad de Santiago de Compostela y tu incorporación a la Cátedra?
Cruz Roja Española es una institución humanitaria sin ánimo de lucro comprometida en la atención a las personas vulnerables. Por su parte, la Universidad de Santiago de Compostela es una universidad pública dedicada a la preservación, a la generación y a la difusión del conocimiento en conexión con las demandas y retos de la sociedad gallega. Uno de los principales retos de la sociedad gallega actual, en un contexto de progresivo envejecimiento de la población, es el de tratar de conseguir las mejores condiciones de vida posibles para las personas mayores, reduciendo su vulnerabilidad.
Mejorar la calidad de vida de las personas mayores es un objetivo compartido por Cruz Roja Española y la Universidad de Santiago de Compostela. En este contexto surge la colaboración entre ambas instituciones para impulsar la Cátedra. Particularmente asumí la dirección de la Cátedra como una enorme responsabilidad, pero al mismo tiempo con la máxima ilusión, convencido de que las actividades que podamos desarrollar, a través de estudios e investigaciones, contribuirán a mejorar la calidad de vida de nuestros mayores y, en definitiva, a conseguir una sociedad más justa y mejor.
Es conocida por todos la labor de asistencia que Cruz Roja Española presta a personas mayores, más si cabe en esta situación de pandemia mundial por COVID-19 en la que han multiplicado recursos y esfuerzos para dar cobertura al colectivo más afectado y vulnerable. En el caso particular de la Cátedra, ¿cómo se ha afrontado esta situación y en qué medida ha afectado a sus prioridades?
La COVID-19 ha condicionado profundamente todos los ámbitos de la sociedad. No sabemos hasta dónde van a llegar sus efectos y cuáles van a ser sus impactos reales, pero sí estamos seguros de que los mismos serán intensos y con repercusiones a largo plazo. La COVID-19 también ha condicionado las prioridades de la Cátedra.
La calidad de vida es un concepto multidimensional y la pandemia ha incidido en la misma, y lo seguirá haciendo, desde distintas perspectivas: la salud, las relaciones sociales o las repercusiones económicas. Entre nuestras prioridades se encuentra, por lo tanto, analizar el impacto de la COVID-19 en las distintas dimensiones de la calidad de vida de las personas mayores y cómo, al mismo tiempo, las características de los mayores pueden condicionar la intensidad de dicho impacto.
Profundizando un poco más en el campo de la investigación de la longevidad, la calidad de vida o los recursos asistenciales, ¿cuál o cuáles cales son los principales estudios o actividades que desenvuelve la Cátedra en esas áreas de trabajo?
Nuestro objetivo es contribuir a través de la realización de estudios, de la investigación, de la formación y de la difusión, a la mejora de la calidad de vida y del bienestar de las personas mayores. Por lo tanto, todas nuestras actividades toman como referencia este objetivo y lo abordan desde una perspectiva multidisciplinar apoyándose en disciplinas como la psicología, la gerontología, el ocio, o la economía, entre otras.
Nos interesa evaluar la calidad de vida las personas mayores y conocer los factores determinantes de la misma, como pueden ser el sexo, la edad, el estatus económico, el entorno residencial, la soledad, o las relaciones sociales, entre otros. Nuestras actividades incluyen el análisis demográfico, el envejecimiento activo, la silver economy, o las nuevas tecnologías como herramienta al servicio del bienestar de los mayores.
Cruz Roja Española y la Universidad de Santiago de Compostela se unen con un objetivo muy definido como es mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, pero ¿cuáles son las relaciones que promovéis desde la Cátedra y qué participación tienen otros actores o sectores del tejido socioempresarial en el cumplimiento de ese cometido?
Está claro que para mejorar la calidad de vida de las personas mayores es preciso tomar medidas y llevar a cabo acciones transversales que impliquen a todos los estamentos de la sociedad. Desde la Cátedra estamos abiertos a colaborar y promovemos nosotros mismos la colaboración con otros actores y agentes sociales, tanto del ámbito público como privado. Buscamos la colaboración con la población local, las entidades sin ánimo de lucro, las empresas, las asociaciones empresariales, los grupos de investigación y con las instituciones de distinto nivel. Desde la Cátedra impulsamos un Comité Técnico Asesor integrado por profesionales procedentes de diversos ámbitos que, además de asesorarnos, impulsará esta participación y colaboración con otros actores sociales.
Ya para finalizar, Fidel, ¿cómo resumirías los principales retos que asume la Cátedra Cruz Roja Española de cara a los próximos años y cuáles consideras que deberían ser las prioridades en un contexto de tanta incertidumbre como el actual?
El envejecimiento de la población es consecuencia de uno de los principales logros que han conseguido las sociedades modernas, reduciendo la mortalidad e incrementando la esperanza de vida. España es el país de la UE con la mayor esperanza de vida. Por su parte, Galicia es la tercera Comunidad Autónoma más envejecida de España, con una cuarta parte de su población por encima de los 65 años. El proceso de envejecimiento continuará en el futuro e implica enormes retos desde diferentes puntos de vista (sanitarios, sociales, culturales, económicos, políticos, etc.).
Sabemos que la calidad de vida de las personas mayores depende de una amplia variedad de factores. Somos conscientes de que la COVID-19 implicará importantes consecuencias en las distintas dimensiones de esta. Nuestro objetivo es estudiar la calidad de vida de los mayores y conocer cómo influyen en la misma las características sociodemográficas, de salud, ambientales y económicas de los mayores.
La COVID-19, y la incertidumbre derivada de la misma, nos impondrán restricciones a la hora de desarrollar nuestro trabajo. Nuestra principal prioridad, en cualquier caso, con el apoyo de dos instituciones como Cruz Roja Española y la Universidad de Santiago de Compostela, será la de aportar conocimiento con el objetivo de ayudar a la toma de decisiones que permitan mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores.