La jubilación es la etapa de la vida en que finalizas tu vida laboral, en muchos casos, es tras un período laboral pleno (en el que finalizas completo, el período de trabajo, que reglamentariamente, tienes fijado. 

En otras y por desgracia, la jubilación viene sobrevenida por una enfermedad que te imposibilita para trabajar, y por eso, pasas a un limbo de reposo, que, en muchos casos, no es el deseado, sino que la sociedad no acepte a esa persona cuyo rendimiento, no es el deseado. 

¿Se puede decir qué es según los conceptos gramaticales que la definen?, entonces entenderíamos. 

  • Dar fin o cima a una tarea. 
  • Llegar al grado más elevado, significativo o extremo que se pueda llegar. 

Si buscamos sinónimos, encontraríamos: 

  • Acabar, finalizar. 

Según estas definiciones, yo me pregunto. ¿La jubilación en la vida real se adapta a la definición, o más bien se acerca más a los sinónimos? Porque el ambiente laboral actual, en muchos casos, no supone una cima de objetivos alcanzados, ni se llega a las metas que se espera alcanzar. 

En muchos casos, se arrastran las expectativas y deseos, ante circunstancias que obligan a trabajar para conseguir medios de subsistencia, pero sin ser el objetivo esperado, cuando nos volcamos en la vida laboral. 

Es grande el número de personas que muestran disconfort e insatisfacción en su trabajo diario, bien sea en el entorno de sus compañeros, de sus superiores o de las tareas asignadas. Así que creo, podemos decir, que no todo el mundo llega a la jubilación tras un período en el que llegan al grado más elevado que se puede llegar. 

Finalizado ese período, se llega a la jubilación, para llegar a esa fase, se necesitan unos requisitos, entre los que está la edad. 

No podemos olvidar que la edad supone ventajas e inconvenientes, tienen más experiencia, una amplia visión de la vida… pero al mismo tiempo, los achaques que los años marcan nuestro cuerpo.  

En esta época, al tiempo que tienes que adaptarte a otros eventos como la pérdida de seres próximos, en muchos casos, con los que has compartido tu vida y tu trayectoria vital y que, sin duda, te marcan el paso del tiempo y la inmediatez de la realidad. 

Sin duda en la jubilación hay dos objetivos fundamentales

  • Adaptar tu agenda. 
  • Aceptar la perdida de seres cercanos. 

Cuando te jubilas, tienes que aceptar que nuevamente tienes que organizar el tiempo, ya no tienes el horario fijo, sino que tienes que redirigir tu agenda. Nadie te va a preguntar qué haces, que vas a hacer, que objetivos diarios tienes. 

No olvidemos que estamos en una sociedad egoísta y ” tanto vales, cuanto das”. 

Nuevamente tienes que enfrentarte, el tiempo (que ya solo es tuyo), tienes que enfrentarte a las mañanas y tardes que tenías completas, frente a un tiempo, una mañana, un día, que está pero que quedó vacío de contenido. 

Esa es la primera tarea, darle contenido, llenarla de vida, no ser un lastre para los tuyos (en el caso de tener la suerte de no estar solo). 

Y no pensamos que lo único que podemos hacer es pensar en viajar, ir al teatro, cine… ¿No será el momento de dar algo del tiempo que ahora tenemos, y antes no teníamos, a los que comparten el trayecto vital con nosotros? 

¿No será el momento de devolver al mundo y a la sociedad lo que recibimos? 

¿No será el momento de dejarnos de quejar y mirarnos al ombligo y pensar que hay gente que puede necesitar de nuestra ayuda?. 

¿Nos vamos a ir de este mundo sin devolver lo que nosotros tuvimos la suerte de tener? Casa, comida, familia, etc. 

Yo creo que es el período en el que nos tenemos que marcar dos objetivos: 

  • Dar al mundo lo que el mundo nos dio. 
  • Formarnos en lo que no tuvimos oportunidad de formarnos durante la vida laboral. 

En esta segunda tarea entra la formación de IV Ciclo como una de las opciones posibles, como conocimiento y punto de relación, pero si durante tu vida laboral/familiar no has encontrado un hombro amigo, dudo que lo encuentres en este nuevo medio. 

La esencia del acompañamiento en la vida no está en las fiestas, en los saludos de compromiso social. La vida es lo que encuentras ante las cuatro paredes de tu casa, y si no fuiste capaz de cultivar esas paredes, malamente vas a encontrar “el amigo que te ayude “ cuando estés solo en esta etapa. 

Así que el IV ciclo para mí es una etapa de formación, de temas que no has podido aprender durante la vida laboral (sin más), pero la vida tiene más aspectos que solo tú puedes cultivar (cuanto más das, más tienes). Y en ese sentido, viene a llenar un aspecto complementario al resto de facetas que completan un ser humano, para llegar a una jubilación completa y llena de contenido, humano y social.

Autora: Colaboración alumna de IV Ciclo de la Universidad de Santiago de Compostela