En 2021 desde la Cátedra Cruz Roja se publicó un estudio donde se analizaba el impacto de la COVID-19 en la calidad de vida de las personas mayores en Galicia. Fruto de esta investigación social se obtuvieron interesantes resultados, entre ellos se observó que en la valoración de la dimensión física de la calidad de vida, existen diferencias significativas en función de que la persona mayor sea un hombre o una mujer, en función del nivel de estudios, de que la persona mayor esté enferma o no y en función de que sea usuaria de algún recurso asistencial.

Valoración de la calidad de vida (dimensión física)

Al centrar la atención en la dimensión física de la calidad de vida, la evidencia científica demuestra el peso que otorgan las personas mayores a su independencia funcional, al mantenimiento de componentes cognitivos, así como a su participación significativa en las actividades ocio y participación social en la comunidad (Van Leeuwen et al., 2020). Concretamente, existe una correlación entre las limitaciones en el desempeño de las actividades de la vida diaria (AVD) y la calidad de vida percibida. Diversos estudios muestran cómo las limitaciones en la realización las AVD (básicas e instrumentales) de forma independiente son uno de los principales factores que afectan a la calidad de vida (Vest et al., 2011; Fundació Pascual Maragall, 2020).